Hoy el equipo de investigación ha recorrido el campus de la
facultad de la ULL, para descubrir cuáles son las barreras que dificultan el
aprendizaje, la participación y la movilidad a la diversidad de alumnado. Las
podemos clasificar en:
- Barreras
lumínicas: En las clases podemos encontrar instaladas lamparas fluorescente o LFC estas permiten
reducir el gasto de energía al 75%; además, con una duración de hasta diez
veces más. No obstante, la tonalidad que emiten puede alterar (de poco a bastante)
los colores de los objetos, esto puede provocar ciertos problemas a las
personas y no solo a las que tienen una discapacidad visual, además de cansar
la vista por su color tenue.
- Barreras acústicas: En cualquier aula, pero sobretodo en el
módulo B, los ruidos del tranvía, coches, guagua y aún más el de los aviones,
dificultan escuchar con claridad las explicaciones docentes.
- Barreras de
movilidad: A lo largo de todo el camino, hemos encontrado diferentes trabas que
no permiten el paso a personas que puedan tener una movilidad reducida.
Constantemente hay escaleras, las cuales tampoco tienen una franja marcada para
personas con discapacidad visual. Los ascensores no conectan todos los módulos,
y los pasillos del edificio son muy estrechos para permitir pasar una silla de
ruedas.
Además, hay construcciones ilógicas como, por
ejemplo:
-
Un baño de minusválidos
que para acceder deber subir un escalón.
-
Una rampa que da
acceso a un lugar lleno de escaleras y no puedes continuar con tu camino.
- Un ascensor que
te lleva a la azotea, pero un pasillo estrecho con escalones que no permite
continuar y llegar a los despachos.
-
El modulo A
inaccesible a las personas con movilidad reducida.
Esto lo podrán observar más detenidamente en otra entrada que subiremos próximamente.
- · Barreras de comunicación: En toda la facultad no existen
carteles de señalización, y los que encontramos no están en Braille, ni en otro
idioma para aquellas personas que están de Erasmus. Además, la carta de la
cafetería tampoco tiene esas características, que consideramos que son muy
importantes para facilitar la comunicación a cualquier tipo de persona en una
actividad cotidiana.
Por otro lado, en la biblioteca si existen
audiolibros, pero no libros en Braille, ya que, como nos comentó la bibliotecaria,
los alumnos con discapacidad visual son los que solicitan esos recursos
directamente a la ONCE. No obstante, poseen un ordenador adaptado para personas
con necesidades educativas específicas, aunque encontramos alguna serie de
limitaciones:
- No saben cómo se
utilizan y nadie lo ha utilizado todavía.
-Las instrucciones
están pegadas en la mesa, pero no en Braille.
-El cartel
informativo esta en colores pastel y es dificultoso leerlo.