En una de las anteriores entradas del blog tratamos el PAED, para entender mejor este proyecto hemos realizado una entrevista a la encargada del mismo. Por la ley de protección de datos, no pudimos realizar la grabación, pero a continuación expondremos todos los datos aportados por ella.
El PAED surgió como una propuesta presentada en un TFM, tras comprobar
su efectividad. Se continuó con el mismo, pero solo de carácter administrativo.
A medida que pasaron los años esto fue cambiando y actualmente se cubre la
plaza del PAED a través de un becario o becaria durante un curso académico.
Hasta el curso pasado los estudiantes universitarios no tenían mucha
información de este programa, pero este año se ha hecho una mejora poniendo a
disponibilidad del mismo, en la matrícula de la facultad. Como se puede ver en
la siguiente imagen:
Actualmente existen 230 personas que han solicitado la atención, pero solo
98 han contestado a los correos para que se les valore y se envíen las
recomendaciones pertinentes. Aún así vemos insuficiente que una sola persona
pueda abarcar tanto trabajo y realizarlo de una manera eficaz.
La becaria es la encargada de recabar toda la información acerca de las
características personales y académicas del estudiante y crear una serie de
recomendaciones para los profesores pueda intervenir. El contacto entre ambos
profesionales es a través del correo y no existe una coordinación ni una
supervisión, por lo cual esto puede ser un aspecto bastante negativo para
ofrecer una intervención de calidad. Mediante encuestas el alumnado transmite
al finalizar cada cuatrimestre su valoración de programa y además comenta
cuales son los aspectos que ha encontrado dificultades y deben tener en cuenta
para próximas intervenciones.
Por otra parte, a través del PAED se impulsa el acondicionamiento del lugar
y la eliminación de ciertas barreras que puede encontrarse en la universidad.
Nos comentaba la encargada lo siguiente:
“una alumna con glaucoma ( visión tubular) tenía dificultades para subir y
bajar las escaleras, por tanto era necesario marcarlas con una banda blanca
para evitar cualquier peligro”
En nuestra opinión creemos que es necesario promover la eliminación de
barrera a nivel universal y no de una mera forma específica para una persona en
un lugar concreto.
Otro de los temas tratados y que nos llamaba la atención, era la respuesta
que el docente daría al alumno solo con la recomendación proporcionada y la
falta de supervisión pudiera derivar a una no puesta en práctica de la misma.
Nos informó que la solución a este problema, sería primeramente llegar a un
acuerdo y si esto no fuera suficiente, ya que cada docente decide cómo
llevar a cabo su cátedra se acudiría a la asesoría judicial, dónde le
informaría que es un derecho del estudiante recogido en La declaración
Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y acción y marco de
acción prioritario para el cambio y el desarrollo de la educación superior,
aprobado por la conferencia mundial sobre la educación superior, en la que
podemos encontrar lo siguiente:
- Facilitar activamente el acceso
a la educación superior.
- Asistencia material
especial y solución educativa.
Podemos concluir diciendo que el PAED ha avanzado, pero aún le queda
mucho que caminar. Se ha hecho más visible, trasladando su sede a un lugar
externo y llamativo (en la trasera del edificio central de la facultad
de educación) pero los responsables deberían ser técnicos
especializado que den una respuesta de calidad, además de la existencia de un
profesional que sirva de conexión entre el docente y el técnico para orientar y
dar una mejor respuesta. Por tanto, podemos ver luces y sombras en este
programa que rema hacia una educación de inclusión.
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